Lo que empezó con un pequeño y coqueto comedor de madera al lado de la chimenea como escenario a nuestras propuestas gastronómicas, pronto se convirtió en ese sitio querido y cargado de bonitos recuerdos en donde poder tener una comida o una cena tranquila y cercana con quienes nos acompañan.




Es en este pequeño saloncito de siete mesas donde seguimos poniendo toda nuestra pasión para que puedas regresar a lo esencial y que tanto añoramos de la cocina hecha con amor.

Un salón de madera y cristal anexo al hotel no ha robado protagonismo a nuestro original comedor de madera del que os hablábamos antes, pero sí nos ha dado la posibilidad de poder ofrecer comidas a grupos, ya sean empresas, reuniones familiares o celebraciones de amigos…, en donde los invitados pueden estar mucho más cómodos y con la tranquilidad de un espacio donde la luz lo inunda todo.




Para muchos de nosotros la llegada del buen tiempo es la mejor época para nuestra servicio de restaurante, pues nos da la llave para ofrecer a nuestros clientes el poder comer al aire libre.

Bajo una bonita pérgola con una enredadera que la flanquea, o al lado de nuestra nueva piscina, cualesquiera de estos sitios te hará sentir que estás en un lugar especial. ¿Cuál eliges tú?




En todos los sitios que os describimos podréis saborear una gastronomía sin complejos, movida por la experiencia de años de cariño y trabajo, y cuya finalidad es nada menos que lograr que permanezca en ti un bonito recuerdo que perdure.